No sabía cuál máquina era la del problema, pero no había más que tres con PLC Siemens, y sólo había una máquina que tenía el tablero eléctrico con las puertas abiertas. Así que me asomé al tablero ayudado con la lámpara, y me puse a examinar.
Pude advertir que la CPU era una 313C-2DP. Su selector estaba en Stop, la fuente de alimentación de 5 Amper tenía aspecto de ser nueva, y tenía rotos los cinchos de los cables de conexión. Así que deduje que esta era la máquina con el PLC que estaba dando problemas.
Pero, ahora, ¿qué? ¿Cuál será la falla? Bueno, si la máquina no arranca, no da ciclo, una, es porque el selector de la CPU está en la posición Stop. Así que hay que ponerlo en la posición Run. Listo. Pero, ¿y la falla? Según me recuerdo las palabras de Leo, el HMI de la máquina no despliega la temperatura, y, aunque el PLC no se va Stop, no entra en ciclo auto. Dice que cambió la CPU, la fuente, y la tarjeta. Bueno, la fuente no es la del problema, porque la CPU se va a Run, pero si la máquina no entra en ciclo auto, ¡puede ser que sea porque no tiene programa la CPU!, lo que complicaría la situación, ya que habría que buscar un respaldo, el más actual, si lo hay, si no, pensaría se lo llevaron los agentes del gobierno, y si no... ¡a reprogramar la máquina o conseguir el programa con el proveedor del equipo! Ese es caso extremo. Pero cabe esa posibilidad.
OK, voy a seguir un camino más sencillo. Si lo que no se despliega es la temperatura en el HMI, y, las demás variables supongo que sí, entonces sí hay programa en la CPU, a menos que sólo estén direccionadas variables de memoria tipo M. Bueno, no sería muy inteligente programar sólo en esta área de memoria para variables de campo. Voy a pensar que se programaron en DB's. Así que voy a asumir que tiene programa el PLC. Y voy a revisar las tarjetas de entradas de termopar, ya que una de ellas fue la que cambió.
La que está instalada en el PLC es una 6ES7 331-7KB02-0AB0, y la que traigo en la mano, que es la que se supone que falló es... ¡Demonios! Mugre lámpara. Me estoy quedando sin baterías. Y no llega la energía eléctrica a la planta…
Bien, la que falló es una... 6ES7 331-7KB02-0AB0, sí, los números coinciden; se
sustituyó la tarjeta correcta. ¡Rayos! Entonces, ¿qué está pasando? A ver. Voy
a revisar la llave de hardware de la tarjeta; esta que viene por un costado de
la misma; y está posicionada en la letra... en la letra... me lleva... con esta
luz mortecina de la linterna no ve bien, pero es... la letra... la letra
"A"; sí, es la "A".
Ahora voy a revisar la del PLC... Sólo que primero la voy a desmontar,
presionando para quitar el conector frontal; ahora a destornillar de abajo, y,
a sacarla. Y su llave de hardware está en la posición... de la letra...
"D". Sí es la "D". Entonces, ahora, con mi desarmador,
desmonto este cuadrito y lo coloco en la posición "A", como la
tarjeta original que se supone está dañada. Quizá por eso no se desplegaba la
temperatura y el PLC, la CPU marcaba error, pero no se iba a falla, además de
encender el led rojo de la tarjeta, ya que el hardware configurado (o
programado en la CPU) no correspondía al hardware instalado, por la posición de
la llave de la tarjeta. Bueno, ahora vuelvo a instalar la nueva... Pero, sí
esta tarjeta no es únicamente de temperatura; también es de corriente y de
voltaje, configurable con la llave de hardware que trae incorporada en la parte
lateral. Listo. Ya sólo espero que regrese la energía eléctrica... Pero... ¡qué
me voy a esperar! ¡Ya me voy!
¿Quién está llamando a mi celular? "No identificado". Es ella. Ya me
ha de estar esperando. ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¡Rayos!
- ¿Quién anda allí? - se escuchó a lo lejos.
Apagué de prisa mi lámpara. Si no contesto la llamada, me van a descubrir por
el alto volumen del timbre del teléfono, además que no hablaré con mi amiga; y
si contesto, me van a descubrir cuando esté hablando. Y estaré en problemas en
ambos casos. Así que...
Oprimo el botón de contestar, e inmediatamente oprimo el de colgar. Espero me
vuelva a llamar,
- ¿Quién anda allí? - otra vez escuché la voz, y vi la luz de la linterna ahora
más cerca…
Unos instantes después, recibo una alerta en mi celular. El mensaje
decía: "Intruso detectado en casa". Rayos! Ahora, hay alguien que ha
entrado en mi casa para robar, aprovechando mis largos periodos de ausencia. Lo
irónico del caso, es que, si no me hubiera enredado en esta situación del PLC,
ya estaría en casa reposando tranquilamente en mi sofá de la sala platicando
con mi amiga. Pero esto no me preocupaba tanto, ya que tenía dos perros pastor
alemán que cuidaban bien la casa en mi ausencia. Tenían su provisión de comida
y de agua, y un patio bastante grande para su diversión, con acceso a toda la
casa para que la tuvieran bien vigilada. Eso sí, los entrené, o más bien, los
hice entrenar para que oprimieran unos botones en el patio de un sistema de
comunicación que generaba mensajes a mi celular, tales, como "Ya no
tenemos comida", "Ya no tenemos agua", "Intruso detectado
en casa", "Hora del paseo". Claro, no eran muchos, y rara vez
oprimían estos botones sin justificación. Así que, esto podría ser una falsa
alarma, o quizás no... Como quiera, cualquier extraño se tendría que enfrentar
a mis dos fieras antes de intentar robar algo de la casa. (¿Llamar a la
policía?, sugieren… ¡No!, ¡recuerden en dónde me encuentro ahora, en qué
situación! Por favor. Además, si llegan a una casa que les digo que está sola,
seguramente, con los policías que ahora ha alistado el nuevo gobierno,
seguramente la dejan vacía. Así que no, no es opción. ¿Vale?)
¿Dónde estaba? ¡Ah!, en el área de embalaje, en la oscuridad, acosado por... alguien. Y en silencio me fui escabullendo del área de producción, prácticamente a ciegas, hasta que sentí que mi pie aplastaba algo suave, ¡pero algo que también chillaba! Maldición, era una ratota, que salió con alaridos y tirando botes a su paso, así que, como pude me retiré rápidamente del lugar en tanto ya dos linternas se acercaban gritando con su clásico: "¿quién anda allí?"
- "Es sólo una rata asquerosa", le dice un compañero al otro; fue lo que pude escuchar a lo lejos...
Ahora, afuera ya de la planta, ya
sonaba otra vez el celular. Tuve que repetir el mismo procedimiento otras dos
veces más para no ser descubierto en el trayecto de mi escape.
Me dirigí al estacionamiento, me fui corriendo a mi SUV, me subí bastante
mojado debido a la lluvia; encendí el vehículo, y me fui a toda velocidad al
aeropuerto.
Leo me habló a los pocos minutos para preguntarme dónde andaba, por qué demoraba tanto. Y le dije que lo que había hecho en el PLC, y que había salido de planta con urgencia, pero que confiara, que su máquina iba trabajar en cuanto se restableciera el suministro de energía eléctrica.
Se quedó tranquilo (eso me pareció, pues), y me dijo que me llamaría si surgía algún problema.
No volvió a sonar mi celular, ni mucho menos a aparecer la leyenda de "No identificado". Llegué al aeropuerto en la mitad del tiempo que haría normalmente. Bajé de mi SUV, me dirigí al andén donde habíamos quedado de vernos, pero... no la encontré.
Me quedé esperando durante unas horas por si tenía que tomar su vuelo de regreso y, entonces, la podría ver. Pero no; ya no apareció por ningún lado.
Veía las listas de vuelos a algún lugar de Europa, me acercaba al lugar de espera del vuelo para encontrarla, pero todo fue inútil.
Finalmente, salió el último vuelo del día, y no la encontré en la sala de espera correspondiente. Este vuelo salió bastante demorado, debido a labores de mantenimiento de último momento. Pero, incluso así, no llegó; es decir, no lo vi en el aeropuerto. Ni me marcó más.
Regresé a casa un poco decepcionado y apesadumbrado; y, ahora, a enfrentar el hecho de que un ladrón podría haber ingresado en ella. ¿Qué desastres encontraría? No lo sabía.
Llegué sigilosamente a mi casa en el bosque, bueno, a orillas de la ciudad, con las luces apagadas. La tormenta había cesado, y podían distinguirse las siluetas de los árboles en contraste con el paisaje oscuro. Seguí los últimos metros del camino con mucho cuidado. Estacioné mi SUV un poco antes de llegar al portón de entrada, bajé del vehículo, y pude percibir los ladridos de mis cachorros. Por lo menos, ellos están bien, fue lo que pensé, o, al menos, están con vida.
Me fui acercando al portón de la casa, pero las cerraduras estaban intactas, al igual que los candados de las dos cadenas. El muro que rodea la casa posee una cerca electrificada a 3 metros desde el suelo, así que difícilmente podrían introducirse por alguna pared exterior. Quizá fue una falsa alarma. Sí, eso debió ser.
Me fui tranquilizando, abrí el portón, acaricié a mis cachorros, quienes me dieron una cálida bienvenida. Me dirigí a la puerta de entrada de la casa, y todo estaba como lo había dejado, con la puerta bien cerrada. Abrí la puerta, prendí las luces, y me puse a revisar las ventanas, las puertas laterales y la puerta trasera. Todo estaba perfectamente cerrado. Quedé totalmente tranquilo, convencido de que había sido una falsa alarma.
Tal vez mis cachorros tenían ganas de verme así, que se pusieron listos oprimiendo ese botón de intruso detectado. En fin, ya estaba en casa y quería descansar del día que había pasado. Me sentía exhausto. Mis ropas casi secas. Cerré todo perfectamente, y me dirigí a mi sala.
Me senté en mi sofá favorito, encendí mi PC de última generación, apagué las luces y me puse en la cabeza mi equipo de realidad virtual, simulando que iba paseando plácidamente por el bosque en un atardecer. Así me quedé largo tiempo... estaba quedándome dormido…
De pronto, me pareció escuchar que mi nombre era susurrado muy despacio y a lo lejos… digo, ¿me pareció escuchar? No recuerdo haber grabado mi nombre en el equipo en el cual me estaba distrayendo y en el que estaba inmerso; sonidos de la Naturaleza, sí, como el viento a través de las hojas, el canto de los pájaros, agua corriendo por el río... pero ¡voces humanas no! Mucho menos mi nombre.
No hice mucho caso, y no me moví por algunos momentos. Pero nuevamente, escuché mi nombre ahora más fuerte. Era una voz femenina.
Me incorporé de mi sofá, y pude ver entre lo oscuro una silueta femenina. Y escuché mi nombre otra vez.
- ¿Eres tú, Jenni?
- Sí, soy yo, Franco...
Aquella silueta femenina encendió la luz y pude reconocer con mucha alegría a mi amiga más brillante y enigmática de mi juventud... vestida de negro...
----
[Continuará...]