martes, 13 de octubre de 2009

Expediente PLC: La Historia (1)

Comenzaba a caer la noche cuando llegamos a la fábrica. Era un atardecer como cualquier otro en estas latitudes, un clima templado, un sol que comenzaba su caída por el horizonte. Lo que no era como cualquier otra cosa, era mi nerviosismo. Con apenas un curso de Step 5 tomado hacía unas semanas, con cero experiencia en el mundo de la automatización, y con la fría compañía de mi ex-jefe, iniciaba mi camino en este ámbito del control industrial.
Nos anunciamos en la caseta de vigilancia, nos registramos y dirigimos nuestros pasos al interior de la nave junto con uno de los supervisores de mantenimiento. Al ingresar a aquella fábrica, la primera sensación que tuve fue de vértigo, era una nave inmensa, donde había infinidad de máquinas y de operadores haciendo miles de piezas por minuto, robots moviéndose automáticamente de un punto a otro con una gran exactitud y a gran velocidad, olor a aceite quemado por cada pasillo, toda la gente vistiendo el mismo uniforme, pero todos sumamente concentrados y con el semblante expresando que tenían dominado al monstruo que tenían rugiendo delante de ellos, maquinando piezas con una enorme precisión, y el ruido constante de miles de motores trabajando al mismo tiempo era sumamente molesto, al grado de resultar difícil entablar una conversación sin evitar usar el recurso de elevar el volumen de la voz.
Aquella sensación que me invadió, podría haber derivado en temor, y ese temor en... huida. Sin embargo, en cuestión de segundos tuve que realizar algunos ajustes en mis procesos mentales, y sobreponerme a esta primera impresión. La adrenalina de ese momento me acompañaría durante mucho tiempo después. Imaginé que a muchos les pasaría algo similar a mí, y que muchos optarían por buscar un trabajo de no tanta exigencia mental, y ver los toros desde la barrera. Pero eso no sería mi caso, y decidí continuar, sólo para... llevarme más sorpresas ese mismo día.
Caminamos durante varios minutos para llegar finalmente a la línea de producción donde teníamos que intervenir. Justo en ese lugar, se retiró el supervisor que nos guiaba, y procedimos a realizar nuestro cometido. "Conéctate", fue la instrucción que me dió mi jefe una vez que localizamos la CPU. Aquella era una CPU S5-95U. En ese tiempo, era considerada una maravilla de PLC, con una fuente de alimentación integrada, entradas/salidas digitales y analógicas integradas también, entradas de contador rápido, y funciones de comunicación. Todo esto, en una sóla CPU. Bueno, lo que me salía muy bien, si el mugre cable de conexión no tenía alambres desoldados, era el conectarme a las CPU's S5. Saqué mi portátil, la encendí, corrí la apliación Step 5, e hice la conexión del cable adaptador de TTY a RS-232 entre la CPU S5-95U y mi compu. Al dar , se estableció la comunicación entre el PLC y el Step 5. Todo iba bastante bien, excepto que apenas podía controlar mis pensamientos y mi sudoración.
Hecha la conexión, siguiendo el sabio consejo de mi ex-jefe, hice un respaldo de todos los programas de la CPU, incluyendo los OB's, los FB's, los PB's, los DB's. Una vez hecho este respaldo, hago una copia de este archivo, y trabajo sobre este nuevo. Hasta allí, todo lo recuerdo bien. Lo que no recuerdo es qué demonios íbamos a modificar, si un ciclo, si un tiempo, si el respaldo de un valor de proceso (número de piezas, posición, presión, etc.) en una variable, si adaptar un valor para el panel, no lo recuerdo. Bueno, supongamos que era almacenar un valor generado por el ciclo de la máquina en una DW (Data Word) del DB (Data Block 10).
Pues bien, hago la modificación en el programa que tengo en la portátil, agregando algunas líneas de programa utilizando el editor del Step 5. Esto lo hago, mientras mi ex-jefe les explica a los operadores de la línea la modificación que se va a realizar. Es una explicación breve, en palabras comunes y corrientes, sólo que esa petición convertirla a instrucciones de PLC, no resulta ser tan sencillo, y menos cuando se es principiante. Miles de acrobacias mentales hay que hacer para dar con el resultado esperado. Pones a trabajar tu mente, y te salta y asaltan ideas por doquier, sin saber cuál te ofrece la mejor opción. Todas sus ofertas parecen atractivas, pero luego de analizarlas por unos segundos, te das cuenta de que son una burrada. Cuál elijo? Cuál resuelve mi problema? Cuál es la solución más sencilla? Será sencilla, pero, cómo la traduzco al programa? Y si me tardo mucho y mi jefe se desespera? Tal vez me despida? Tengo los conocimientos necesarios para esto? No será que necesito ejercitarme primero antes de que mi jefe me mande al ruedo? Qué rayos hago aquí, tan tarde? Será mejor decirle a mi jefe que lo haga él, y la próxima lo hago yo? No! Lo voy a hacer yo, sin su ayuda. Ahora está sumergido en una amena pero superflua charla con uno de los operadores; tan despreocupado uno como el otro, mientras yo me desgasto las neuronas por darle gusto y lo hago quedar bien con los supervisores. En fin... aquí estoy. He escrito todas las instrucciones necesarias; he revisado el programa una y otra vez, y, creo que está bien. Así que... a descargarlo al PLC...
¡Foco rojo de Stop en la CPU! ¡El programa no se ejecuta! ¡La línea de producción se ha detenido! ¡Los operadores se quejan de que ya no trabaja ninguna estación!
Antes de que mi jefe deje su insulsa conversación, se dé cuenta de lo que pasa, y venga a ver qué rayos hice, en cuestión de segundos abro el programa que respaldé al llegar a la línea (el programa con el que el PLC trabaja bien), y lo descargo a la CPU. Pongo el selector de la CPU en "Stop" primeramente, y en seguida lo pongo en "Run". Foco verde de "Run" encendido.
La línea vuelve a trabajar. Y yo vuelvo a respirar.
Todos los operadores se ocupan en probar que todo trabaje correctamente. Se acerca mi jefe, y en voz baja me pregunta que qué fue lo que hice. Le dije que había escrito varias líneas de programa que, a mi ver, hacían lo que me solicitaban, y además eran correctas todas las instrucciones. Una vez que ya tenía todo listo, lo cargué a la CPU, y se fue a falla.
Me preguntó si había respaldado el programa modificado, y le dije que no, a lo que me contestó que eso era un error. Luego me preguntó si me había puesto a revisar en la CPU la causa de la falla, y también le dije que no. "Otro error", fue lo que me respondió.
Se hizo tarde en aquella ocasión, y nos retiramos de la fábrica. No volvimos a tocar el tema. No volví a hacer la modificación solicitada. Creo que nunca se hizo. Pero sí volví a la misma línea, a la misma CPU en repetidas ocasiones a realizar otros y diferentes cambios. Y la CPU no volvió a irse a "Stop". Incluso, también llegué a modificar el panel tiempo después. Hoy en día esa línea sigue con la misma CPU, trabajando como antaño. Y hoy sigo recordando ese día, el día en que me inicié en la automatización. Reflexiono en qué sería lo que escribí para que el PLC se fuera a falla. No hice ninguna función de salto. No utilicé banderas duplicadas, no direccioné entradas fuera de rango. Quizá direccioné un DB que no existía o una DW fuera de rango.
"No guardé el programa modificado", fue lo que le dije a mi jefe, para que no lo analizara y me dijera en dónde estaba la burrada que había cometido y sirviera para hacer más extenso su sermón.
Sin embargo..., sí lo guardé. Guardé el programa que modifiqué y que llevó a falla la CPU. Y lo he vuelto a revisar para encontrar el error... y no hay error!
He cargado este mismo programa en otra CPU S5-95U, y no se va a falla!
Algo raro pasa con esa CPU de esa fábrica.
Qué diferencia hay entre esa CPU y esta otra? Capacidad de memoria? Versión de la CPU? Qué está pasando?
Algo extraño sucede con estas CPU's.

Estoy investigando...

(Continuará)
    

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