Me encontraba sobresaltado.
Mi corazón latía con rapidez.
Cuando aquella estancia se llenó de luz, pude ver una esbelta silueta femenina.
Ella vestía completamente de negro.
Parecía una figura sacada de una novela de misterio.
Sus botas de color negro, subían varios centímetros sobre sus tobillos.
Inlcuso, traía unos guantes de color negro puestos en las manos.
Toda su vestimenta se ajustaba perfectamente a su cuerpo, pero ella parecía sentirse cómoda, como si todo se tratase de una segunda piel.
Su pelo también era negro.
Sólo su rostro pálido y joven contrastaba hermosamente con el color negro de su atuendo.
Instantes después, lleno de emoción y de alegría, me recuperé de esta grata sorpresa, y le dije:
- Jenni, me da mucho gusto volverte a ver!
Ella sólo se limitó a sonreír.
- Pero casi me matas de un susto. Cómo lograste librar mi sistema de seguridad? Es extraño que mis perros guardianes no te devoraran. Luces hermosa, pero con esta forma de vestir, no sé si decir que trabajas en una agencia de modelos, o eres una asesina profesional, o algo así... - le comenté bromeando, mientras le daba un abrazo de bienvenida.
A lo que me respondió:
- Tienes un sistema de seguridad muy rudimentario. Tus "cachorros" son más dóciles que un corderito. Y, sí, efectivamente, soy una asesina profesional... - cosa que dijo con una sonrisa sarcástica.
- No habrás llegado hasta este lugar para asesinarme, cierto? - le pregunté con cierto grado duda, mientras la adrenalina amenazaba con invadirme todo el cuerpo, y me soltaba de sus brazos.
- Estoy bromeando! - me dijo otra vez sonriendo. - No he venido a matarte; eso lo harás tú sólo... o quizás, no...
Mi amiga misteriosa una vez más con sus juegos de enigmáticas palabras que ponían en corto circuito mis neuronas.
- Qué quieres decir? - le pregunté con asombro.
- Pronto lo sabrás... - me contestó, mientras fijaba su atención en los libreros de la estancia.
- Jenni, hablas con mucho misterio, lo sabías? De la misma manera misteriosa desapareciste de la escuela, donde estudiábamos juntos, desapareciste de la ciudad, del país, no sé si de este mundo, pero, desapareciste también de mi vida... Cuando estábamos por terminar la carrera como ingenieros en electrónica, donde tú fuiste la alumna más brillante de todos los tiempos, un día, sin más, te esfumaste sin dejar rastro alguno de ti. Nadie supo más de ti... Y yo te extrañé durante mucho tiempo... Hasta que me convencí de que nunca más te volvería a ver... Qué has hecho durante todo este tiempo?
- Lamento mucho haberme ido así de repente. Un día recibí la noticia de que mi padre había muerto. Como sabes, él trabajaba fuera del país, y yo era su única hija. Inmediatamente que supe de su fallecimiento, me trasladé a su lado. Una vez en el lugar, conocí a uno de sus colegas, a uno de sus mejores amigos. Él me dijo que mi padre había muerto en circunstancias sospechosas. Y también me habló de que mi padre había estado trabajando en un proyecto junto con él, y me dijo que yo podría darle continuidad a lo realizado por mi padre. Y accedí.
- Esto es asombroso, como asombrosa es toda tu vida. Pero quién querría asesinar a tu padre? En qué proyecto él estaba trabajando? Y, mi pregunta sigue siendo si eres una asesina o algo así... Pero te puedo asegurar que yo no tengo nada que ver con la muerte de tu padre... - Qué más me quedaba decirle?
- Lo sé... Tranquilo. Yo también te he extrañado todo este tiempo... como también a mi padre... De niña lo vi muy pocas veces, y, luego, cuando crecí, sólo lo pude ver en su funeral...
- Lo lamento, Jenni...
Después fijó su vista en un estante lleno de libros de diversos temas.
- "Mecánica vectorial para ingenieros", "Historia del tiempo", "Cálculo diferencial e integral"... Has leído todos los libros de Carl Sagan? - me preguntó.
- Durante la carrera, me leí algunos, entre ellos "El cerebro de Broca", "Los dragones del Edén", "Comunicación con Inteligencias Extraterrestres", "El mundo y sus demonios", y "El invierno nuclear"...
- "El invierno nuclear"?
- Sí - le contesté -, por qué lo preguntas?
- Es un libro fascinante... Puedes imaginar un mundo lleno de oscuridad a causa de una pelea sin sentido por la hegemonía política y social del planeta?
- Pero eso no sucederá, querida amiga; la guerra fría ha terminado desde hace mucho tiempo... No lo crees?
Ella no me dijo nada; así que le comenté:
- Sólo sonríes. Así sonreías cuando veíamos los capítulos de la serie "Cosmos" de Carl Sagan, y nos poníamos a discutir de temas científicos...
- Supongo que has utilizado todos los conocimientos que has adquirido con la lectura de todos estos libros en tu trabajo - me preguntó.
- No; realmente no los he utilizado. Sólo han servido esencialmente para aumentar mi acervo cultural. Yo me dedico, o me dedicaba, mejor dicho, al área de la automatización industrial. Aprendí a programar PLC's, cosa que no fue materia dentro la carrera de ingeniería, y a eso me he dedicado todos estos años, promoviendo con entusiasmo la difusión de la tecnología. Es curioso, niño me interesaban los temas científicos, y me ponía a hacer experimentos en casa, pero luego crecí, y esto que era una pasión para mí, se tornó en una tortura a la hora de demostrar en los exámenes que esto realmente me gustaba. Sueno irónico, no te parece?
- Quieres decir que llegaste a detestar la ciencia y la tecnología...
- No; más bien llegué a detestar el sistema de enseñanza; es decir, no sé por qué he de aprender a la fuerza algo que me gusta... Si me gusta, lo aprendo, pero eso de que me hagan aprenderlo de manera coaccionada, o sea, sacando buenas notas, de lo contrario sabrías que los maestros no estarían contentos contigo, y, a raíz de eso, te vendría una reprimenda por parte de tus padres... Eso sí que es una tortura... Es como decía Albert Einstein, es como darle de comer a un perro por la fuerza, tenga o no tenga hambre...
Pero mi amiga seguía inspeccionando con su mirada inquisitiva todo el estudio. Se detuvo en mi colección de música, y me dijo:
- Mira cómo ha variado tu gusto por la música; escuchabas música en italiano, como "Nicola di Bari", "Domenico Modugno", "Pooh", así como también música que hoy sería catalogada como música New Age, como "Kitaro", "Vangelis", "Enya"... Te volvía loco esa música, y ahora veo que también incluyes otros géneros de música... Mira, por aquí tenemos a "Within Temptation"...
- Bueno, eso tiene una explicación... - le contesté.
- Supongo que tuviste varias novias... Te casaste? Dónde está tu esposa? Tienes hijos?
- Para allá iba, querida amiga... Sí, tuve algunas amigas... Bueno, en realidad, casi no tuve amigas, así como tú casi no tuviste amigos... Luego conocí a quien iba a ser mi esposa... Tuve un hijo... Con esto del trabajo, me la pasé mucho tiempo fuera de casa... Y un día, simplemente, ellos ya no estaban... Descuidé mi familia; me faltó tiempo para ellos, aunque siempre me considiré un esposo responsable, tratando con respeto a mi esposa; no me iba de parranda, no tomaba, no fumaba, no jugaba... Viví para mi trabajo... Y eso me costó mi familia... Cuando ellos se fueron, me quedé sólo en casa. Me puse muy triste, y empecé a tomar... Por las noches tomaba mi botella de whisky, y me ponía a escuchar música que me ayudara a sacar mi dolor, como la de "Within Temptation", y otros temas que se tocan en los funerales... Viví en mucha oscuridad en esa época de mi vida. Yo buscaba a mi esposa, pero ella me rechazaba. Finalmente, me divorcié y me di la oportunidad de recomenzar mi vida. Durante una temporada tuve a mi hijo en casa; después se fue a estudiar fuera del país, y me comunico con él con frecuencia. Pero todavía hay una parte de mí que vive en la oscuridad...
- Así me siento yo desde que murió mi padre... Vivo en oscuridad...
- No te has casado, o sí?
- No. Me he dedicado por completo a continuar con el proyecto de mi padre.
- Y tu ropa negra es porque guardas luto por él, supongo...
Otra vez me mira con su sonrisa enigmática.
- A todo esto, creo que se hace tarde para la cena... No te apetece comer algo? - le preguné.
- En el avión comí muy bien, pero con gusto cenaré contigo.
- Bueno, aquí en casa no tengo comida. Estuve una larga temporada ausente, y este es el primer día que voy a pasar en casa, luego de haber finalizado mis labores en un puesto gubernamental; claro, un puesto que tenía con el anterior mandato, ya que, precisamente al llegar este otro grupo al poder, yo perdí mi puesto... Pero yo tampoco tengo mucha hambre... Pero podemos salir a tomar algo...
- Recuerdas "Caffè don Alfredo"?
- Sí, claro, el café que tenía el papá de una amiga tuya, y ahora se llama "Il caffè di Jennifer", que por cierto, a la muerte de su padre, tu amiga le puso así en tu honor, ya que ella te quería mucho, y también para ella desapareciste...
Hubo un breve silencio... Y luego añadí...
- Entonces, quieres ir a ese lugar? Tal vez puedas saludar a tu amiga, quien se llevará una grata sorpresa cuando te vea.
- Está bien, pero antes de irnos, sólo siéntate y extiende tu brazo izquierdo...
- Ahora sí me asesinarás con una inyección letal? - le pregunté sonriendo, mientras ella mantenía su puño derecho cerrado.
- Por qué me tienes tanto miedo? Pareciera que no me conocieras. Sólo quiero instalarte un chip de comunicación, claro si tú lo deseas...
- Cómo un chip de comunicación? Y eso de instalarme, pareciera que yo fuera una computadora o algo así...
- Este chip no es un chip cualquiera; es un chip de alta tecnología desarrollado en la organización en la que yo trabajo; se instala en el cuerpo, y funciona como un teléfono celular.
- Vaya, y yo creía que conocía todos los avances tecnológicos de vanguardia. De cualquier manera, no entiendo cómo funcionará, y eso que soy electrónico; quizá necesite aprender un poco más de anatomía y fisiología humana...
- Verás, este chip se instala en tu brazo; una vez dentro de tu piel, el chip hace un reconocimiento de las terminaciones nerviosas que hay a su alrededor, crea conexiones a nivel celular, y su fuente de energía son los impulsos eléctricos de estas mismas células. Pero lo más sofisticado de este chip, es que lo puedes gobernar a voluntad con tu pensamiento... Quieres probar?
- Si eso no me vuelve loco, o un zombie, o algo así, y funciona como dices, por qué no?
- Confía en mí...
- "Confiar en ti"... siempre he confiado en ti...
- Y siempre confiarás en mí?
- Claro que sí, pero tú no me volverás a abandonar, cierto? Luego de que tú me dejaste, en mi vida también me abandonó mi esposa... Y no quisiera perderte nuevamente...
- Pero nunca te he abandonado; cuando me fui, debido a la muerte de mi padre, mantuve la idea de regresar contigo lo antes posible, y siempre has estado en mi pensamiento... Además, con este chip podrás comunicarte conmigo en cualquier parte del mundo...
- Disculpa, pero desde niño he tenido ese temor, temor al rechazo y al abandono de mis padres... Tal vez eso contribuyó a volverme un poco retraído...
- Es mejor que dejes esa idea; tal vez sea mejor que pienses en aceptar a las personas que llegan a tu vida; no las puedes retener; es mejor que dejes ir a quien se quiera ir, y vivas en libertad y abierto para conocer a nuevas personas, nuevas amistades...
- Tienes razón, Jenni... No lo había visto así... Yo mismo he creado mi propio mundo de soledad, por encerrarme en mi propio mundo... Bien... Estoy listo para el chip. Confío en ti...
- Esto va a doler un poco... y más si no estás acostumbrado a realizar trabajos físicos... - otra vez sonríe de manera sarcástica.
- Sólo espero no quedar inválido, Jenni...
- Por un chip en el brazo? No; sólo podría quedar en estado vegetativo...
- Estás bromeando nuevamente, cierto?
Aunque el dolor fue intenso, mitigado porque yo no dejaba de contemplar aquella sonrisa, y duró cerca de dos horas (en realidad fueron unos cinco minutos, pero para mí transcurrió un tiempo interminable de sufrimiento), finalmente quedó instalado el chip... Un poco de sangre se filtró por el sofá, a pesar de haber puesto unas cuantas gasas debajo de mi brazo...
Finalmente, ella me dijo:
- Quedó listo. Cómo te sientes? De maravilla, supongo.
- Cuándo se me quitará la hinchazón de mi brazo? Mira, parezco Popeye!
- No te preocupes; son muy breves los efectos secundarios... Como pérdida de la memoria, desorientación, insomnio, delirios de suicidio...
- Si no te estuvieras riendo, creería que hablas en serio...
- No estoy bromeando!
- No quieras asustarme nuevamente, que me cortaré el brazo!
- Es mejor que empieces a usar el chip... Sí, con tu pensamiento... Ahora sí que tendrás molestias!
- Ahora entiendo por qué vistes de negro; eres bastante sádica conmigo; te había dado cuenta? Y yo que te lo permito. Me torturas con tus palabras!
- Márcame.
- Perdón? Yo no sé hacer tatuajes!
- Gracioso! Quiero decir, llama a mi número de celular...
- Olvidé dónde dejé mi celular, pero te puedo hablar con el teléfono de casa.
- No! Hablo de que me marques utilizando el chip que te acabo de instalar.
- Y cómo demonios hago eso?
- Inicialmente, sólo piensa por unos momentos con mucha claridad en los números; uno por uno; si el chip los reconoce, sentirás una descarga eléctrica placentera recorriendo tu brazo hasta llegar a tu cerebro en una fracción de segundo; una vez que termines de pensar los números, no pienses en nada más durante unos segundos, y si lo has hecho bien, pronto te contestaré, y podrás escuchar mi voz a través de vibraciones bioquímicas ligadas a tus sistemas auditivos que podrás percibir en tu propio pensamiento. Después, sólo habla normalmente, o piensa como si estuvieras hablando realmente, aunque no muevas tu boca ni la abras. Entendido?
- Bien, creo que es sencillo... Para ti! Ahora voy a probar...
- Mejor lo practicas en el camino, ya que se empieza a hacer tarde...
- De acuerdo, vamos...
- Lo mejor de esta tecnología es que el chip memoriza los números, y asocia a la persona con la que hablas con su número telefónico. Así sólo necesitarás pensar en esa persona, desear hablar con ella, y el chip se encarga de establecer la comunicación.
- Esto es fantástico... Ahora lo voy a intentar...
- Mejor, ahora nos vamos...
- Sí, tienes razón, mejor nos vamos.
Avanzamos hacia el exterior de la casa, y ella, tomando una chamarra que colgaba de una silla, me dijo:
- Ponte este chamarra.
- Pero ya traigo puesto este suéter. Quieres que luzca como tú con esta chamarra negra?
- Es de noche, y es mejor que pasemos desapercibidos...
- Por qué deseas que nadie nos vea? Te golpeará tu novio se me ve contigo?
- Te lo explicaré más adelante; de momento, será mejor que te la pongas...
- Bien; enseguida desactivo los contoles de seguridad de la casa... No abras la puerta porque...!!!
- La puerta está abierta... Salgamos...
- Decía que ibas a activar las alarmas al abrir la puerta; todavía no las desactivaba... Cómo hiciste eso?
- De verdad quieres saber cómo?
- Ahora ten cuidado con los perros que se te están acercando!
- Te refieres a estos lindos cachorritos?
- No puedo creer que no te estén ladrando; no puedo creer que los acaricies sin ningún problema; a cualquier intruso ya lo habrían destrozado por completo... Tienes un don especial con los animales, cierto? Otra vez tu sonrisa...
- Bien, mis cachorros, ustedes se quedan en casa, que su papá y yo nos vamos de paseo... No dejen entrar a nadie; hay cosas muy valiosas en esta casa...
Cuando llegamos a la cochera, apenas iluminada por una lejana lámpara del jardín, le dije:
- Creo que olvidé las llaves de mi SUV en la sala... Ahora vuelvo...
- En tu SUV? Pero si nos vamos a ir en mi moto...
- Cuál moto? De qué hablas?
- De la moto que está aquí...
- Cómo que hay una moto? Por qué no la vi cuando llegué?
- Tal vez porque es de color negro, y es de noche... No lo crees?
- Tu sonrisa me va a volver loco, Jenni... Sólo hay un pequeño incoveniente...
- Cuál?
- Yo no sé manejar motos!
- Pero si conducir una moto es cosa de niños... o más bien, de niñas! Como quiera que sea, tú no vas a manejar...
- Espero que sepas conducir, Jenni; además, ha llovido mucho, y... soy muy joven para morir...
- Tú confía en mí...
- Tengo alternativa?
- Supongo que no... - Esa sonrisa...
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[Continuará...]
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