viernes, 11 de abril de 2014

Expediente PLC (00 00H). El final de una etapa... ¿y el comienzo de otra? Parte IV

    Me fui caminando en dirección a los baños, pero... no fui al baño... me fui corriendo al interior de la planta, cuidando que nadie me viera, y armado de una pequeña linterna que tomé casi a ciegas del taller de mantenimiento, y de un destornillador plano, llegué al área de embalaje donde todo estaba completamente oscuro.

     No sabía cuál máquina era la del problema, pero no había más que tres con PLC Siemens, y sólo había una máquina que tenía el tablero eléctrico con las puertas abiertas. Así que me asomé al tablero ayudado con la lámpara, y me puse a examinar.

     Pude advertir que la CPU era una 313C-2DP. Su selector estaba en Stop, la fuente de alimentación de 5 Amper tenía aspecto de ser nueva, y tenía rotos los cinchos de los cables de conexión. Así que deduje que esta era la máquina con el PLC que estaba dando problemas.

    Pero, ahora, ¿qué? ¿Cuál será la falla? Bueno, si la máquina no arranca, no da ciclo, una, es porque el selector de la CPU está en la posición Stop. Así que hay que ponerlo en la posición Run. Listo. Pero, ¿y la falla? Según me recuerdo las palabras de Leo, el HMI de la máquina no despliega la temperatura, y, aunque el PLC no se va Stop, no entra en ciclo auto. Dice que cambió la CPU, la fuente, y la tarjeta. Bueno, la fuente no es la del problema, porque la CPU se va a Run, pero si la máquina no entra en ciclo auto, ¡puede ser que sea porque no tiene programa la CPU!, lo que complicaría la situación, ya que habría que buscar un respaldo, el más actual, si lo hay, si no, pensaría se lo llevaron los agentes del gobierno, y si no... ¡a reprogramar la máquina o conseguir el programa con el proveedor del equipo! Ese es caso extremo. Pero cabe esa posibilidad.

     OK, voy a seguir un camino más sencillo. Si lo que no se despliega es la temperatura en el HMI, y, las demás variables supongo que sí, entonces sí hay programa en la CPU, a menos que sólo estén direccionadas variables de memoria tipo M. Bueno, no sería muy inteligente programar sólo en esta área de memoria para variables de campo. Voy a pensar que se programaron en DB's. Así que voy a asumir que tiene programa el PLC. Y voy a revisar las tarjetas de entradas de termopar, ya que una de ellas fue la que cambió.

     La que está instalada en el PLC es una 6ES7 331-7KB02-0AB0, y la que traigo en la mano, que es la que se supone que falló es... ¡Demonios! Mugre lámpara. Me estoy quedando sin baterías. Y no llega la energía eléctrica a la planta…

 

    Bien, la que falló es una... 6ES7 331-7KB02-0AB0, sí, los números coinciden; se sustituyó la tarjeta correcta. ¡Rayos! Entonces, ¿qué está pasando? A ver. Voy a revisar la llave de hardware de la tarjeta; esta que viene por un costado de la misma; y está posicionada en la letra... en la letra... me lleva... con esta luz mortecina de la linterna no ve bien, pero es... la letra... la letra "A"; sí, es la "A".

     Ahora voy a revisar la del PLC... Sólo que primero la voy a desmontar, presionando para quitar el conector frontal; ahora a destornillar de abajo, y, a sacarla. Y su llave de hardware está en la posición... de la letra... "D". Sí es la "D". Entonces, ahora, con mi desarmador, desmonto este cuadrito y lo coloco en la posición "A", como la tarjeta original que se supone está dañada. Quizá por eso no se desplegaba la temperatura y el PLC, la CPU marcaba error, pero no se iba a falla, además de encender el led rojo de la tarjeta, ya que el hardware configurado (o programado en la CPU) no correspondía al hardware instalado, por la posición de la llave de la tarjeta. Bueno, ahora vuelvo a instalar la nueva... Pero, sí esta tarjeta no es únicamente de temperatura; también es de corriente y de voltaje, configurable con la llave de hardware que trae incorporada en la parte lateral. Listo. Ya sólo espero que regrese la energía eléctrica... Pero... ¡qué me voy a esperar! ¡Ya me voy!

    ¿Quién está llamando a mi celular? "No identificado". Es ella. Ya me ha de estar esperando. ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¡Rayos!

- ¿Quién anda allí? - se escuchó a lo lejos.

    Apagué de prisa mi lámpara. Si no contesto la llamada, me van a descubrir por el alto volumen del timbre del teléfono, además que no hablaré con mi amiga; y si contesto, me van a descubrir cuando esté hablando. Y estaré en problemas en ambos casos. Así que...

    Oprimo el botón de contestar, e inmediatamente oprimo el de colgar. Espero me vuelva a llamar,

- ¿Quién anda allí? - otra vez escuché la voz, y vi la luz de la linterna ahora más cerca…

     Unos instantes después, recibo una alerta en mi celular. El mensaje decía: "Intruso detectado en casa". Rayos! Ahora, hay alguien que ha entrado en mi casa para robar, aprovechando mis largos periodos de ausencia. Lo irónico del caso, es que, si no me hubiera enredado en esta situación del PLC, ya estaría en casa reposando tranquilamente en mi sofá de la sala platicando con mi amiga. Pero esto no me preocupaba tanto, ya que tenía dos perros pastor alemán que cuidaban bien la casa en mi ausencia. Tenían su provisión de comida y de agua, y un patio bastante grande para su diversión, con acceso a toda la casa para que la tuvieran bien vigilada. Eso sí, los entrené, o más bien, los hice entrenar para que oprimieran unos botones en el patio de un sistema de comunicación que generaba mensajes a mi celular, tales, como "Ya no tenemos comida", "Ya no tenemos agua", "Intruso detectado en casa", "Hora del paseo". Claro, no eran muchos, y rara vez oprimían estos botones sin justificación. Así que, esto podría ser una falsa alarma, o quizás no... Como quiera, cualquier extraño se tendría que enfrentar a mis dos fieras antes de intentar robar algo de la casa. (¿Llamar a la policía?, sugieren… ¡No!, ¡recuerden en dónde me encuentro ahora, en qué situación! Por favor. Además, si llegan a una casa que les digo que está sola, seguramente, con los policías que ahora ha alistado el nuevo gobierno, seguramente la dejan vacía. Así que no, no es opción. ¿Vale?)

    ¿Dónde estaba? ¡Ah!, en el área de embalaje, en la oscuridad, acosado por... alguien. Y en silencio me fui escabullendo del área de producción, prácticamente a ciegas, hasta que sentí que mi pie aplastaba algo suave, ¡pero algo que también chillaba! Maldición, era una ratota, que salió con alaridos y tirando botes a su paso, así que, como pude me retiré rápidamente del lugar en tanto ya dos linternas se acercaban gritando con su clásico: "¿quién anda allí?"

- "Es sólo una rata asquerosa", le dice un compañero al otro; fue lo que pude escuchar a lo lejos... 

    Ahora, afuera ya de la planta, ya sonaba otra vez el celular. Tuve que repetir el mismo procedimiento otras dos veces más para no ser descubierto en el trayecto de mi escape.

    Me dirigí al estacionamiento, me fui corriendo a mi SUV, me subí bastante mojado debido a la lluvia; encendí el vehículo, y me fui a toda velocidad al aeropuerto.


     Leo me habló a los pocos minutos para preguntarme dónde andaba, por qué demoraba tanto. Y le dije que lo que había hecho en el PLC, y que había salido de planta con urgencia, pero que confiara, que su máquina iba trabajar en cuanto se restableciera el suministro de energía eléctrica.

    Se quedó tranquilo (eso me pareció, pues), y me dijo que me llamaría si surgía algún problema.

     No volvió a sonar mi celular, ni mucho menos a aparecer la leyenda de "No identificado". Llegué al aeropuerto en la mitad del tiempo que haría normalmente. Bajé de mi SUV, me dirigí al andén donde habíamos quedado de vernos, pero... no la encontré.

    Me quedé esperando durante unas horas por si tenía que tomar su vuelo de regreso y, entonces, la podría ver. Pero no; ya no apareció por ningún lado.

    Veía las listas de vuelos a algún lugar de Europa, me acercaba al lugar de espera del vuelo para encontrarla, pero todo fue inútil.

     Finalmente, salió el último vuelo del día, y no la encontré en la sala de espera correspondiente. Este vuelo salió bastante demorado, debido a labores de mantenimiento de último momento. Pero, incluso así, no llegó; es decir, no lo vi en el aeropuerto. Ni me marcó más.

    Regresé a casa un poco decepcionado y apesadumbrado; y, ahora, a enfrentar el hecho de que un ladrón podría haber ingresado en ella. ¿Qué desastres encontraría? No lo sabía.

    Llegué sigilosamente a mi casa en el bosque, bueno, a orillas de la ciudad, con las luces apagadas. La tormenta había cesado, y podían distinguirse las siluetas de los árboles en contraste con el paisaje oscuro. Seguí los últimos metros del camino con mucho cuidado. Estacioné mi SUV un poco antes de llegar al portón de entrada, bajé del vehículo, y pude percibir los ladridos de mis cachorros. Por lo menos, ellos están bien, fue lo que pensé, o, al menos, están con vida.

    Me fui acercando al portón de la casa, pero las cerraduras estaban intactas, al igual que los candados de las dos cadenas. El muro que rodea la casa posee una cerca electrificada a 3 metros desde el suelo, así que difícilmente podrían introducirse por alguna pared exterior. Quizá fue una falsa alarma. Sí, eso debió ser.

   Me fui tranquilizando, abrí el portón, acaricié a mis cachorros, quienes me dieron una cálida bienvenida. Me dirigí a la puerta de entrada de la casa, y todo estaba como lo había dejado, con la puerta bien cerrada. Abrí la puerta, prendí las luces, y me puse a revisar las ventanas, las puertas laterales y la puerta trasera. Todo estaba perfectamente cerrado. Quedé totalmente tranquilo, convencido de que había sido una falsa alarma.

    Tal vez mis cachorros tenían ganas de verme así, que se pusieron listos oprimiendo ese botón de intruso detectado. En fin, ya estaba en casa y quería descansar del día que había pasado. Me sentía exhausto. Mis ropas casi secas. Cerré todo perfectamente, y me dirigí a mi sala.

    Me senté en mi sofá favorito, encendí mi PC de última generación, apagué las luces y me puse en la cabeza mi equipo de realidad virtual, simulando que iba paseando plácidamente por el bosque en un atardecer. Así me quedé largo tiempo... estaba quedándome dormido…

    De pronto, me pareció escuchar que mi nombre era susurrado muy despacio y a lo lejos… digo, ¿me pareció escuchar? No recuerdo haber grabado mi nombre en el equipo en el cual me estaba distrayendo y en el que estaba inmerso; sonidos de la Naturaleza, sí, como el viento a través de las hojas, el canto de los pájaros, agua corriendo por el río... pero ¡voces humanas no! Mucho menos mi nombre.

    No hice mucho caso, y no me moví por algunos momentos. Pero nuevamente, escuché mi nombre ahora más fuerte. Era una voz femenina.

    Me incorporé de mi sofá, y pude ver entre lo oscuro una silueta femenina. Y escuché mi nombre otra vez.

- ¿Eres tú, Jenni?

- Sí, soy yo, Franco...

    Aquella silueta femenina encendió la luz y pude reconocer con mucha alegría a mi amiga más brillante y enigmática de mi juventud... vestida de negro...

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[Continuará...]

    

miércoles, 26 de marzo de 2014

Expediente PLC (00 00H). El final de una etapa... ¿y el comienzo de otra? Parte III

     De pronto suena otra vez mi celular, y automáticamente se baja el volumen de la música de mi SUV. "No identificado", es lo que leo en la pantalla del celular, mientras una silueta en tono color gris con fondo blanco aparece encima de este texto.

    ¿Serían los policías del retén, que no se dieron cuenta de que mis datos estaban asociados a las placas de la SUV, y ahora querían interrogarme? No lo creo, pues ya estaban por retirarse de la escena donde armaron su teatrito, o, mejor dicho, irse de bueno de la carretera, y ya estarían parrandeando, además de que dudo mucho que supieran marcar a un celular ocultando su identidad y su número. En fin, descarté esta posibilidad. el teléfono seguí sonando y, finalmente, contesté.

- ¿Bueno? - pregunté.

- Franco?-, se escuchó una voz femenina que no reconocía.

- Sí, a sus órdenes. ¿Quién habla?

- Soy Jennifer di Lesso. ¿Me recuerdas? Estudiamos juntos en la carrera.

- ¡Vaya, pero qué sorpresa! Claro que me acuerdo de ti; ¿cómo voy a olvidarme de una amiga que era una bella genio? Sí, literalmente, siempre fuiste muy bella, y, además, porque te destacabas en los estudios por ser una verdadera genio, obteniendo siempre los primeros lugares en todo. Eras tan enigmática, y, al parecer, lo sigues siendo. Pero, dime, ¿qué me cuentas? Lo último que supe de ti era que te ibas a ir a estudiar a un lugar de nombre raro que se llamaba..., se llamaba, no, no lo recuerdo, sólo me acuerdo que decías era un lugar que estaba en Europa, y que nos íbamos a mantener en contacto. Pero ya han pasado muchos años, y hasta ahora supe de ti.

- Sí, ha pasado tanto tiempo; y, de hecho, vengo de visita rápida; y, aunque es tarde, hoy mismo partiré; ahora vuelo en avión, y no quiero que me llamen la atención por estar llamando ahora; sólo quería preguntarte si podías pasar por mí al aeropuerto; llegaré en 30 minutos. ¿Podrás? Quisiera aprovechar este viaje para saludarte después de tanto tiempo.

    ¡Demonios! ¿Cómo decirle que no? Freno en seco mi SUV (sí, luego de orillándome en la carretera), y me pongo a deliberar qué rayos hacer. Me dirijo (bueno, es hasta ahora mi idea) a una planta donde está una línea parada, y ahora, mi querida amiga y compañera de carrera me pide el favor de pasar por ella y aprovechar para saludarla, luego de unos cuantos años sin saber nada.

     Mientras delibero (más rápido de lo que leen estas líneas, por supuesto, ya que estoy atendiendo una llamada desde un celular que viaja en un avión, y me urge dar una contestación rápida; fácil para ustedes, pero pónganse en mi lugar; a ver, ¿qué harían? Nada fácil, ¿verdad? ¿Que la chica lleva preferencia? Sí, eso ya lo sé. ¿Que cancele la visita a la planta? No, cómo creen; hay una línea de producción parada, y ya le dije a Leo que le iba a echar la mano; ya le di mi palabra. ¿Que le diga que no a la chica? ¿Pero qué les pasa? ¿Qué no mencioné que esta chica viene desde Europa -bueno, creo que desde Europa, supongo- expresamente a verme -¡bah!, si yo digo que viene expresamente a verme, ¿qué? No lo dijo así, pero yo lo quiero entender así; ¿qué no puedo? En fin; aquí en mi historia (podría ser mi autobiografía), la escribo como yo quiero-, así que viene expresamente a verme a mí, ¿y quieren que le diga que no, que se regrese porque no me avisó y ando ocupado? Rayos, rayos y más rayos. Creí que los días de estrés ya habían quedado atrás) con mi SUV estacionada a la orilla del camino, me doy cuenta de que automáticamente se prenden los limpiaparabrisas. Sí, ha comenzado a llover. Esos del pronóstico del tiempo, sí que le saben. ¿Por qué mejor no fui meteorólogo? Dejaré esas crisis existenciales para después…

- Oye, mira ahora voy camino a una planta, bueno me detuve un momento en la carretera, pero me dirigía a una planta de productos alimenticios, ya que tienen un problema en una de sus líneas de producción, pero pienso que sí me da tiempo de pasar por ti; estoy por llegar a la planta; tal vez esté allí en la fábrica unos 20 minutos, y, puesto que el aeropuerto no está muy lejos de la planta, haría unos 25 minutos. Es decir, que llegaría allí contigo a unos 20 minutos después de que aterrizaras, si no me fallan la cuentas. ¿Sería mucho pedirte que me esperaras ese tiempo, Jenni?

- No, no te preocupes, te espero; sólo no tardes mucho porque traigo el tiempo muy justo, y es muy importante no perder mi vuelo de regreso. ¿Recuerdas el andén desde el cual nos despedimos la última vez que nos vimos?

- Sí, si lo recuerdo. ¿Allí nos encontramos?

- Sí; por si ya no recuerdas, para que se haga fácil identificarme, vengo vestida con pantalón negro, una blusa gris y una chamarra también de color negro. No traigo equipaje; el viaje es muy rápido, y sólo traigo una pequeña mochila negra con algunas cosas. Cuando haya llegado te marco nuevamente.

- O.K. No sé por qué lo de vestir casi completamente de negro, pero yo te busco, o espero tu llamada, o mejor si me pasas tu número porque no se me registro en mi... celular. ¿Bueno...? ¿Bueno...?

     Colgó… o se cortó la llamada. No tengo ni su número de teléfono por si me llego a entretener más de la cuenta. Como sea, ella tiene mi número, y ya me hablará.

     Me ahorro lo del trayecto a la planta, que, con tanta lluvia, no se distinguía el camino. Llegué, pues a la planta. Ya está el ingeniero Leo listo y esperándome con una bolsa de plástico, de esas de las de basura, para que me la ponga y no me moje en lo que atravesamos el estacionamiento hasta los edificios de producción. Está fuerte el aguacero.

- Qué tal, Leo, ¿cómo estás?

- Bien, ya esperándote; mis jefes están hablando cada cinco minutos preguntándome por la máquina, si ya la había echado a volar. Como te demorabas, fui al almacén por la tarjeta que se dañó, y ya se la puse al PLC, pero no jaló. No aparece la temperatura en la pantalla del HMIm para que revises y saber qué está pasando.

- A ver, ¿cómo estuvo? No te entendí lo que...

    El tronido de un rayo me interrumpe la conversación, que cada vez se hacen más frecuentes sus estruendos y los momentos de calma y de silencio entre trueno y trueno duran menos.

- O.K., ¿me dices que cambiaste la tarjeta y no jaló? ¿Pero, qué tarjeta cambiaste? ¿Qué PLC es? Es un S7-300 o 200 o 400 o 1200, o...? ¿Cuál falla tenía? ¿Te la mostraba en el panel o cómo supiste que había que cambiar la tarjeta?

- Sí, mira, la máquina estaba trabajando bien... Pero vamos mejor al taller, allí dejé la tarjeta.

- Sale, a ver si recuerdo el camino.

- ¿Pues hace cuánto que no vienes, Franco? Nos tienes bien abandonados...

- No, abandonados, no; para nada; ya ves que empezó el gobierno actual a disolver muchos proyectos que el gobierno precedente traía, ya ves. En eso estuve metido hasta hace... unos días.

- Sí, fíjate que una comisión enviada por nuestros actuales dirigentes políticos, vino a informarnos de todas las acciones a tomar, y tomaron acción; nos cerraron el laboratorio, no sin antes llevarse todos los equipos con los que practicábamos, manuales técnicos, libretas, todo, todo se llevaron. Nos dijeron que esto iba a ser temporal, y que nos iban a construir nuevas instalaciones. Eso pasó a inicios de año, y hasta la fecha, en esta época que inicia la lluvia, como te puedes dar cuenta, no han puesto ni un sólo ladrillo de los nuevos centros de capacitación. De hecho, me han informado mis jefes que están siendo "invitados" por el gobierno para que las capacitaciones de la gente se hagan en la ciudad capital; el punto es que los instructores son extranjeros, los cursos duran de 1 a 3 meses, las capacitaciones serán 1 vez al año y serán obligatorias, porque así quedó asentado en la Ley Laboral, y como te imaginarás, los cursos son una verdadera pérdida de tiempo, y lo peor, es que son carísimos; si de por sí, ya nos subió los impuestos este gobierno actual; qué vamos a hacer nosotros como empresa? Ya hay quejas de nuestros directores, pero no hay mucho que podamos hacer. Esto se empieza a poner cada vez peor. Este gobierno tramposo nos está asfixiando; ahora se quiere robar lo que no se robó en los 8 años en que no estuvo en el poder.

- Oye, mira te quiero ayudar, y sí, quería platicar de todo eso contigo, sólo que tengo un compromiso, y ando con el tiempo encima; necesito ir al aeropuerto ya mismo, si no me voy a meter en problemas con...

- ¿Con una chica?

- Sí, es una amiga que viene de visita, y quedé de pasar por ella en... ¿25 minutos? Se me está haciendo tarde!

-Bueno, aquí tienes la tarjeta que digo que está dañada. ¿Cómo la ves, Franco?

- Es una SM 331. Es de lectura de temperatura, de entradas de termopar. ¿Y qué problema le encontraste?

- Pues mira, el operador dice que la máquina la tenía en modo lavado, y que ya cuando la pasó a modo producción, la máquina no entraba en ciclo automático, pero no le aparecía mensaje en el panel de operador. De hecho, dice que ya no quiso trabajar nada, ni en manual ni en automático. Entonces me hablaron y sí, efectivamente, no jalaba nada; la máquina estaba muerta; abrí el tablero del PLC y vi que el led verde de Run no estaba encendido, así, que puse el selector de Run en Stop, y luego otra vez a Run, pero no, no se fue prendió el led de run; sólo prendía el de Stop. Así que pensé que era la CPU la del problema, y la cambié por una de almacén, pero no, tampoco funcionó. Pasó lo mismo. Pensé que podía haber un problema en la fuente de alimentación, que hubiera algún corto, o algo así, pero revisé el cableado eléctrico, voltajes en la fuente, y todo bien. Por si las dudas también le cambié la fuente de alimentación, y le puse una de 5 amperios. Pero siguió la misma falla. Luego vi que esta tarjeta que te acabo de dar tenía prendido un led en rojo, y pensé que esa era la del problema, así que me fui a almacén por otra igual, y sí la hallé. La cambié, puse en run el selector, y otra vez pasó se puso en rojo el led de la tarjeta y también un led de la CPU, pero no se fue a Stop, sólo que en el panel de operador no tenía lectura de la temperatura. Pero vamos a la máquina para que la veas.

- De acuerdo; está un poco raro lo que pasó; pero pienso que...

- ¿Dónde estás, Leo? No te veo.

- Pues no me ves, Ingeniero, porque se acaba de ir la luz.

- Bueno, al menos sé que aquí sigues. No veo nada. Supongo que entrará en unos momentos la planta de emergencia. ¿O no?

- Fíjate, Franco, que estábamos precisamente dándole mantenimiento a la planta de energía precisamente ante la posibilidad de quedarnos sin el suministro por parte de la compañía asignada por el gobierno. Tuvimos hace algunas semanas una plática precisamente con los encargados de la compañía de luz, porque tuvimos durante dos meses cortes muy frecuentes de energía. Platicamos con ellos, y nos aseguraron que, a partir de este mes, que llevamos, 3 días, ya no nos iba a fallar el suministro, que nos lo garantizaban. Y que los apagones se debían a que estaban interconectando en la frontera unos transformadores de mayor capacidad... Ahora nos enteramos que sí, se conectaron a otros transformadores de una planta de más potencia, pero son del país vecino! Es decir, ahora el gobierno importa la energía eléctrica, y nos la está aumentando de precio gradualmente; ya tenemos un aumento del 35 % de facturación, y mantenemos el mismo consumo. ¿Y qué crees que dicen los funcionarios del gobierno? Pues que revisemos nuestros equipos de medición, porque los suyos muestran un gran incremento en el consumo de nuestra planta. ¿Cómo la ves?

- Ya ni me platiques. ¿Qué le vamos a hacer? ¿A ver, gánale una al gobierno? Bueno, al actual; el gobierno pasado, hasta te recompensaba si reducías tus consumos y tu factor de potencia. Y ahora... Como sabes, se están instalando en el país, y en otros países también, unos generadores de aire limpio, dizque, pues, según dicen, tenemos muy contaminada la atmósfera y hay riesgos ecológicos asociados si no hace algo… Esto es pura payasada, tú y yo lo sabemos, pero ellos quieren instalar estos generadores, en vez de plantar árboles, para así cobrar más impuestos… es una vil patraña… es fin, nadie dice nada… todavía…

- Así es, Franco…

- Bueno, Leo, como veo, más bien no veo, que la luz no llega, que no hay energía en la planta, pues luego regreso, ¿no?

- No, no me hagas eso, Franco, me corren si no le echo a jalar la máquina ahora que se restablezca el suministro de energía eléctrica. Hay que echarla a volar apenar tengamos energía. Háblale a tu amiga y dile que te espere un poquito.

- No, Leo, ya necesito irme; no tengo su número de teléfono porque no lo identificó mi celular, y cuando se lo iba a preguntar, se cortó la llamada. Así, que, mejor en un rato más vengo a ayudarte.

- No, Franco, espérate poquito, no se va a tardar en regresar la...

- ¡Evacúen la planta! ¡Evacúen la planta! -, se escucharon gritos a lo lejos mientras la luz de dos linternas se acercaba a nosotros...

- Franco, necesitamos salir de la planta, pero quédate... ¡Buenas noches!

- ¡Buenas noches!-, contesté al personal que portaba las linternas, y salimos a los pasillos exteriores de la nave, mientras veíamos cómo caía la pertinaz lluvia.

- Sabes qué, Leo, ya me voy.

- No, no te vayas. Nada más unos minutos y te vas. Si esa máquina no jala para cuando regrese la luz, me corren; ya el gerente de planta me trae…


- Sí, pero, ¿qué hay de mí? ¿Voy a dejar plantada a mi amiga? No creo que eso sea lo correcto. Y esto de la luz... veo que va para largo.

- Nombre, cómo crees; los de la dependencia gubernamental no tardan en aplicarse y nos reestablecen la energía.

- Pues yo no estaría tan seguro...

- Vamos, Franco, confía, yo sé lo que te digo, no se tardan; no quieras que me quede sin chamba. Y si me corren, ¿dónde voy a volver a agarrar chamba? Ahora para colocarse en alguna empresa hay que estar bien palanca con los corruptos de los sindicatos.

- OK, ya se me hizo tardísimo. Vamos a hacer una cosa. Vamos a la máquina y la voy revisando para ganar tiempo. ¿Qué te parece, Leo?

- No, Ingeniero; en estos momentos ya nos evacuaron a todos, y va a empezar el recuento de personal; si falta alguien, y se reporta como perdido, y si se entera las autoridades que hizo falta alguien en el recuento, van a empezar a hacer sus conjeturas, y mínimo de una multota no nos salvamos, y en el peor de los casos, pueden argumentar que si faltó una persona es porque se accidentó gravemente o hasta se murió, y nos pueden cerrar la planta. Es mucho riesgo. Mejor, nos esperamos. Además, necesitamos tramitarte un permiso de trabajo, y recolectar firmas de tres gerentes para su autorización, además del permiso de departamento de sanidad, y de mantenimiento, ese soy yo, pero con estas condiciones es imposible.

¡Demonios! ¡No puede ser! ¡Otra vez atrapado en una situación extrema!

- Está bien, Leo. Está bien, me espero. Sólo dame oportunidad de ir al baño.

- Pero si vienen el personal de emergencia, y no te cuenta, me voy a meter en problemas.

- No te preocupes, Leo; no me tardo; además, los vigilantes ni se fijaron que me haya registrado en bitácora; no me registré, ya ves que pasé al estacionamiento directamente, y con el aguacero los vigilantes ni nos dijeron nada.

- No te registraste, pero si te vieron entrar.

- Si, pero, de aquí a que me cuentan, ya voy a estar de regreso. Además, simplemente diles que fui al baño, y que no me tardo.

- OK, pero no te tardes, Franco.

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[Continuará...] 

    

viernes, 14 de marzo de 2014

Expediente PLC (00 00H). El final de una etapa... ¿y el comienzo de otra? Parte II

Finalizando el Retén

    Estaba por llegar al final del retén, a mi turno de inspección, y pensé que quizá yo no era nadie importante para los uniformados; así que supuse no había mucho de qué preocuparme. Avancé un poco más y vi a varios vehículos estacionados en la orilla de la carretera, siendo inspeccionados por los elementos de la policía, pidiendo documentación y analizando que los ocupantes no tuvieran antecedentes que los vincularan al partido que había dejado el poder "democráticamente".

    Es de imaginar que el partido perdedor, el "Partido Pro Desarrollo Humanitario", ante el fraude cometido por el "Partido del Movimiento Nacional", iniciara una serie de protestas por parte de muchos de sus integrantes y simpatizantes. Las manifestaciones públicas fueron, en un inicio, toleradas, pero con el paso del tiempo, al advertir que mucha gente se enteraba de cómo se manipuló la información de la contienda electoral, donde pocos —muy pocos— fueron los votos emitidos a su partido, el gobierno decidió implementar medidas represivas ya premeditadas desde mucho tiempo antes, con el fin de evitar una protesta masiva por toda la nación.

    Los principales medios de comunicación fueron controlados de inmediato, difundiendo la imagen de unas elecciones democráticas y transparentes, suprimiendo o evitando la salida al aire de las protestas continuas ocurridas en diversos puntos del país, y transmitiendo imágenes de satisfacción de la gente por la llegada del "mejor partido" que podían tener.

    Muchos manifestantes fueron capturados sin saberse su paradero. Muchos miembros del partido opositor fueron amenazados, pero se organizaron y mantuvieron cierto poder para defenderse y minimizar los embates de sus atacantes. De cualquier modo, al gobierno en el poder le convenía mantener cierta imagen internacional de tolerancia respecto a sus oponentes ahora "derrotados" vía las pasadas elecciones.

Interacción con los Policías

    "Quítese los lentes", fue el saludo cordial que me dirigió el policía que me detuvo en el retén. No estaba en absoluto nervioso ni atravesaba por mi mente inquietud alguna. El policía me pidió bajar del vehículo, mientras otro agente escaneaba la placa de mi SUV.

    El policía que estaba conmigo me escaneó y esperó a que la terminal de computadora les arrojara los resultados de la información recopilada.

- ¡Pareja! ¿Qué espera para sacarle foto a este individuo? —dijo con voz ronca el agente apostado en la terminal de computadora (claro, ese individuo era yo)

- ¡No pareja, pos si ya le tomé la foto! —respondió casi gritando el otro policía.

- ¿Cómo que ya le tomaste la foto? Aquí no me llegó nada de foto. Esta terminal sigue con el mensaje de "Waiting for Scanning", que ya ves que eso significa que hay que tomar una foto. Ándale, tómale la foto.

- Pos pa mí anda fallando otra vez esta chiva; no salen las fotos que ando tomando. Y esto más parece una pistola que una cámara.

- Pareja, tómela la foto. Va.


 Se acerca otra vez a mí el policía con el escáner.

- A ver, pareja, ahí está, ya tomé la foto. Ya apachurré este botonzote. ¿Viste el rayote rojo que salió? ¿Ya la tiene?

- No, pareja, no me llega nada. Todavía sigue con eso de "Guuaitingg foor eesscan-nninggg". A ver, esperamos unos momentos más.

Luego de unos momentos más:

- No pos, no me llegó nada pareja. A ver, traiga la otra cámara.

- Aquí la traigo. A ver si con esta otra sí quiere. Sí, ya ves, no le duran las pilas. A ver. Aquí te va, pareja, la foto.

- A ver… No pareja, mando el mensaje "communication error. Try again"... O sea, que traigas la otra. ¿No?

    Lo que no se daban cuenta estos individuos era que en sus manos el objeto en forma de pistola era un escáner, no una cámara. Necesitaban hacer pasar el escáner por toda la cara —mi cara—, no nada más apachurrar el botonzote y ya.

Intervención del Capitán

    En esos momentos llega el capitán de los policías.

- A ver, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué están durando tanto, bola de ineptos?

- No pos es que no salen las fotos. No más capturé el número de placa de la troca, pero no aparece información de este chavo en la terminal. No más se queda en "Guuaitingg foor eesscan-nninggg", jefe —respondió el policía de la terminal.

- ¿Y qué te dice de la placa? ¿Es robado el vehículo, o pertenece a algún miembro de algún partido opositor? —pregunta el capitán.

- Negativo, mi jefe. Está limpio, con todos sus permisos pagados y papeles en regla.

- ¿Y dónde está Filemón, para que te arregle esas porquerías? —pregunta el jefe de los policías.

- No vino, mi jefe; hoy hizo San Lunes. Y Toribio, él sí le sabe a estos equipos, y que estaba con nosotros desde la mañana, se acaba casi de ir en su moto.

- ¿Cómo que se fue? ¿Bajo el permiso de quién?

- Pos de usted, jefe; acuérdese que ya habíamos quedado desde antier que se iba a ir tempranito a conseguir a las chamacas para ahora que termine el turno, y ya tenerlas listas para…

- ¡Silencio! Ya recordé todo. Usted caballero, puede continuar su camino. ¡Ah!, y por favor, no comente nada de lo que éste idiota anda alucinando. Yo me encargo de encerrarlo al rato por decir tantas sandeces.

- ¿Qué pasó, jefe? ¿A poco ya no lo voy a acompañar al reve con…

- ¡Silencio!, dije, que, si no, ¡lo mando encerrar ahora mismo!

- Ta bien, patrón, ta bien.

- Silenciooo! Usted caballero —dirigiéndose a mí—, que pase una buena tarde.

- Gracias. Con su permiso me retiro —le dije al capitán.

    Me subí a mi SUV y, luego de esta escenita, reemprendí el rumbo a mi casa.

Llamada de Leo

    Pasaron varios minutos de apacible conducción cuando escuché una llamada de mi celular. Inmediatamente se bajó el volumen de la música que traía ambientando mi SUV, y en la pantalla del celular leí el nombre de "Leonardo Dávalos", un ingeniero de una planta de alimentos ubicada no lejos de donde transitaba, y jefe del área de mantenimiento.

    Él conocía bien mi situación, y le comenté que estaría al pendiente si me llegara a necesitar, cosa que yo descartaba, ya que tenía chavos bien capacitados y que se sabían de pies a cabeza las fallas de las máquinas.

    En fin, contesté, y:

- ¿Bueno? ¡Qué tal, Leo? ¿Cómo te va en tu nuevo puesto? —le pregunté.

- Pues muy bien, Franco, pero fíjate que salió un problemilla en una máquina. ¿Andas ya por estos rumbos?

- Sí, ando unos veinte minutos de tu planta, voy para mi casa, sólo que había un retén unos kilómetros atrás y allí me entretuvieron un buen rato, si no ya estuviera instalado en mi casa.

- ¿Entonces, puedes echarme una mano? Me falló una máquina en área de embalaje. Trae un PLC marca Siemens, y me urge que trabaje. Ya ves que esta es la temporada de mayor producción.

- Claro que sí, te ayudo, Leo. ¿Pero tu gente? ¿No tienes apoyo de parte de tu personal?


- Pues fíjate que ya salieron de su turno. A las 4:30 de la tarde termina su jornada, y por nada del mundo los haces regresar. Con eso de que con este nuevo gobierno se modificaron las leyes laborales, ya ves, las cosas se complican. Y ahora hasta amenazan con renunciar y demandar a la empresa si los hago trabajar horas extras y no se las pago al triple. De hecho, hemos tenido juntas y más juntas con el Sindicato, pero no hay apoyo; se le invita a la gente, se dice que se le va a pagar bien su tiempo extra, pero dicen que prefieren descansar y estar con su familia. Pero qué descansan; saliendo se van con los cuates al bar, y ya regresan bien noche a sus casas. Total, si los despiden, dicen que se llevan una buena liquidación y el nuevo gobierno les paga por estar desempleados y por no hacer nada. Está difícil la situación. Y yo, ya ves que me enfoco a lo administrativo, y eso de los PLC se te olvida si no lo practicas. Tengo otros chavos nuevos, recién egresados, pero no saben; las materias que antes había en la matrícula de estudios y que son esenciales para efectuar su trabajo, o minimizaron el contenido, o las suprimieron de plano del plan de estudios. Ya ves, todo porque terminen en la mitad del tiempo sus estudios. Pero salen, mal, muy mal. A ver si en una vueltecita me los capacitas, porque allí están los equipos y mi computadora, pero no más se la pasan platicando en el saloncito que les acondicioné como laboratorio. No saben más que de redes sociales, sus grupos musicales favoritos y cuándo va a ser el siguiente concierto, con eso de que ya están resurgiendo esos dizque artistas, y a cuántas chavas van a ligarse. Así está esto, Franco. ¿Cómo ves? ¿Me echas una mano?

- Sí, así está la situación; ya ves, como ex-director en jefe del Proyecto, me di cuenta de eso y más; y ya se veía venir. Bueno, ahora que llegue a planta, seguimos platicando. Voy para allá, cuenta conmigo. En unos minutos llego a tu planta.

- Gracias, Franco, te espero, pero vente de volada, porque aquí los jefes se han puesto muy nerviosos con todo lo que está pasando, y no quiero darles más disgusto. Te espero.

- O.K., en un momento estoy contigo.

    Colgué, y en el primer retorno que encontré me enfilé hacia la planta de mi amigo Leo. Subí el volumen de mi autoestéreo nuevamente.

    Me dije a mí mismo que mi descanso lo podía posponer un poco, ayudaba a un viejo amigo, y quizá podría dedicarme a dar servicios de PLC's y automatización a las empresas. No sería mala idea montar mi propia empresa, capacitar algunos chavos y entretenerme un rato en este mundo.

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[Continuará...]