miércoles, 26 de marzo de 2014

Expediente PLC (00 00H). El final de una etapa... ¿y el comienzo de otra? Parte III

     De pronto suena otra vez mi celular, y automáticamente se baja el volumen de la música de mi SUV. "No identificado", es lo que leo en la pantalla del celular, mientras una silueta en tono color gris con fondo blanco aparece encima de este texto.

    ¿Serían los policías del retén, que no se dieron cuenta de que mis datos estaban asociados a las placas de la SUV, y ahora querían interrogarme? No lo creo, pues ya estaban por retirarse de la escena donde armaron su teatrito, o, mejor dicho, irse de bueno de la carretera, y ya estarían parrandeando, además de que dudo mucho que supieran marcar a un celular ocultando su identidad y su número. En fin, descarté esta posibilidad. el teléfono seguí sonando y, finalmente, contesté.

- ¿Bueno? - pregunté.

- Franco?-, se escuchó una voz femenina que no reconocía.

- Sí, a sus órdenes. ¿Quién habla?

- Soy Jennifer di Lesso. ¿Me recuerdas? Estudiamos juntos en la carrera.

- ¡Vaya, pero qué sorpresa! Claro que me acuerdo de ti; ¿cómo voy a olvidarme de una amiga que era una bella genio? Sí, literalmente, siempre fuiste muy bella, y, además, porque te destacabas en los estudios por ser una verdadera genio, obteniendo siempre los primeros lugares en todo. Eras tan enigmática, y, al parecer, lo sigues siendo. Pero, dime, ¿qué me cuentas? Lo último que supe de ti era que te ibas a ir a estudiar a un lugar de nombre raro que se llamaba..., se llamaba, no, no lo recuerdo, sólo me acuerdo que decías era un lugar que estaba en Europa, y que nos íbamos a mantener en contacto. Pero ya han pasado muchos años, y hasta ahora supe de ti.

- Sí, ha pasado tanto tiempo; y, de hecho, vengo de visita rápida; y, aunque es tarde, hoy mismo partiré; ahora vuelo en avión, y no quiero que me llamen la atención por estar llamando ahora; sólo quería preguntarte si podías pasar por mí al aeropuerto; llegaré en 30 minutos. ¿Podrás? Quisiera aprovechar este viaje para saludarte después de tanto tiempo.

    ¡Demonios! ¿Cómo decirle que no? Freno en seco mi SUV (sí, luego de orillándome en la carretera), y me pongo a deliberar qué rayos hacer. Me dirijo (bueno, es hasta ahora mi idea) a una planta donde está una línea parada, y ahora, mi querida amiga y compañera de carrera me pide el favor de pasar por ella y aprovechar para saludarla, luego de unos cuantos años sin saber nada.

     Mientras delibero (más rápido de lo que leen estas líneas, por supuesto, ya que estoy atendiendo una llamada desde un celular que viaja en un avión, y me urge dar una contestación rápida; fácil para ustedes, pero pónganse en mi lugar; a ver, ¿qué harían? Nada fácil, ¿verdad? ¿Que la chica lleva preferencia? Sí, eso ya lo sé. ¿Que cancele la visita a la planta? No, cómo creen; hay una línea de producción parada, y ya le dije a Leo que le iba a echar la mano; ya le di mi palabra. ¿Que le diga que no a la chica? ¿Pero qué les pasa? ¿Qué no mencioné que esta chica viene desde Europa -bueno, creo que desde Europa, supongo- expresamente a verme -¡bah!, si yo digo que viene expresamente a verme, ¿qué? No lo dijo así, pero yo lo quiero entender así; ¿qué no puedo? En fin; aquí en mi historia (podría ser mi autobiografía), la escribo como yo quiero-, así que viene expresamente a verme a mí, ¿y quieren que le diga que no, que se regrese porque no me avisó y ando ocupado? Rayos, rayos y más rayos. Creí que los días de estrés ya habían quedado atrás) con mi SUV estacionada a la orilla del camino, me doy cuenta de que automáticamente se prenden los limpiaparabrisas. Sí, ha comenzado a llover. Esos del pronóstico del tiempo, sí que le saben. ¿Por qué mejor no fui meteorólogo? Dejaré esas crisis existenciales para después…

- Oye, mira ahora voy camino a una planta, bueno me detuve un momento en la carretera, pero me dirigía a una planta de productos alimenticios, ya que tienen un problema en una de sus líneas de producción, pero pienso que sí me da tiempo de pasar por ti; estoy por llegar a la planta; tal vez esté allí en la fábrica unos 20 minutos, y, puesto que el aeropuerto no está muy lejos de la planta, haría unos 25 minutos. Es decir, que llegaría allí contigo a unos 20 minutos después de que aterrizaras, si no me fallan la cuentas. ¿Sería mucho pedirte que me esperaras ese tiempo, Jenni?

- No, no te preocupes, te espero; sólo no tardes mucho porque traigo el tiempo muy justo, y es muy importante no perder mi vuelo de regreso. ¿Recuerdas el andén desde el cual nos despedimos la última vez que nos vimos?

- Sí, si lo recuerdo. ¿Allí nos encontramos?

- Sí; por si ya no recuerdas, para que se haga fácil identificarme, vengo vestida con pantalón negro, una blusa gris y una chamarra también de color negro. No traigo equipaje; el viaje es muy rápido, y sólo traigo una pequeña mochila negra con algunas cosas. Cuando haya llegado te marco nuevamente.

- O.K. No sé por qué lo de vestir casi completamente de negro, pero yo te busco, o espero tu llamada, o mejor si me pasas tu número porque no se me registro en mi... celular. ¿Bueno...? ¿Bueno...?

     Colgó… o se cortó la llamada. No tengo ni su número de teléfono por si me llego a entretener más de la cuenta. Como sea, ella tiene mi número, y ya me hablará.

     Me ahorro lo del trayecto a la planta, que, con tanta lluvia, no se distinguía el camino. Llegué, pues a la planta. Ya está el ingeniero Leo listo y esperándome con una bolsa de plástico, de esas de las de basura, para que me la ponga y no me moje en lo que atravesamos el estacionamiento hasta los edificios de producción. Está fuerte el aguacero.

- Qué tal, Leo, ¿cómo estás?

- Bien, ya esperándote; mis jefes están hablando cada cinco minutos preguntándome por la máquina, si ya la había echado a volar. Como te demorabas, fui al almacén por la tarjeta que se dañó, y ya se la puse al PLC, pero no jaló. No aparece la temperatura en la pantalla del HMIm para que revises y saber qué está pasando.

- A ver, ¿cómo estuvo? No te entendí lo que...

    El tronido de un rayo me interrumpe la conversación, que cada vez se hacen más frecuentes sus estruendos y los momentos de calma y de silencio entre trueno y trueno duran menos.

- O.K., ¿me dices que cambiaste la tarjeta y no jaló? ¿Pero, qué tarjeta cambiaste? ¿Qué PLC es? Es un S7-300 o 200 o 400 o 1200, o...? ¿Cuál falla tenía? ¿Te la mostraba en el panel o cómo supiste que había que cambiar la tarjeta?

- Sí, mira, la máquina estaba trabajando bien... Pero vamos mejor al taller, allí dejé la tarjeta.

- Sale, a ver si recuerdo el camino.

- ¿Pues hace cuánto que no vienes, Franco? Nos tienes bien abandonados...

- No, abandonados, no; para nada; ya ves que empezó el gobierno actual a disolver muchos proyectos que el gobierno precedente traía, ya ves. En eso estuve metido hasta hace... unos días.

- Sí, fíjate que una comisión enviada por nuestros actuales dirigentes políticos, vino a informarnos de todas las acciones a tomar, y tomaron acción; nos cerraron el laboratorio, no sin antes llevarse todos los equipos con los que practicábamos, manuales técnicos, libretas, todo, todo se llevaron. Nos dijeron que esto iba a ser temporal, y que nos iban a construir nuevas instalaciones. Eso pasó a inicios de año, y hasta la fecha, en esta época que inicia la lluvia, como te puedes dar cuenta, no han puesto ni un sólo ladrillo de los nuevos centros de capacitación. De hecho, me han informado mis jefes que están siendo "invitados" por el gobierno para que las capacitaciones de la gente se hagan en la ciudad capital; el punto es que los instructores son extranjeros, los cursos duran de 1 a 3 meses, las capacitaciones serán 1 vez al año y serán obligatorias, porque así quedó asentado en la Ley Laboral, y como te imaginarás, los cursos son una verdadera pérdida de tiempo, y lo peor, es que son carísimos; si de por sí, ya nos subió los impuestos este gobierno actual; qué vamos a hacer nosotros como empresa? Ya hay quejas de nuestros directores, pero no hay mucho que podamos hacer. Esto se empieza a poner cada vez peor. Este gobierno tramposo nos está asfixiando; ahora se quiere robar lo que no se robó en los 8 años en que no estuvo en el poder.

- Oye, mira te quiero ayudar, y sí, quería platicar de todo eso contigo, sólo que tengo un compromiso, y ando con el tiempo encima; necesito ir al aeropuerto ya mismo, si no me voy a meter en problemas con...

- ¿Con una chica?

- Sí, es una amiga que viene de visita, y quedé de pasar por ella en... ¿25 minutos? Se me está haciendo tarde!

-Bueno, aquí tienes la tarjeta que digo que está dañada. ¿Cómo la ves, Franco?

- Es una SM 331. Es de lectura de temperatura, de entradas de termopar. ¿Y qué problema le encontraste?

- Pues mira, el operador dice que la máquina la tenía en modo lavado, y que ya cuando la pasó a modo producción, la máquina no entraba en ciclo automático, pero no le aparecía mensaje en el panel de operador. De hecho, dice que ya no quiso trabajar nada, ni en manual ni en automático. Entonces me hablaron y sí, efectivamente, no jalaba nada; la máquina estaba muerta; abrí el tablero del PLC y vi que el led verde de Run no estaba encendido, así, que puse el selector de Run en Stop, y luego otra vez a Run, pero no, no se fue prendió el led de run; sólo prendía el de Stop. Así que pensé que era la CPU la del problema, y la cambié por una de almacén, pero no, tampoco funcionó. Pasó lo mismo. Pensé que podía haber un problema en la fuente de alimentación, que hubiera algún corto, o algo así, pero revisé el cableado eléctrico, voltajes en la fuente, y todo bien. Por si las dudas también le cambié la fuente de alimentación, y le puse una de 5 amperios. Pero siguió la misma falla. Luego vi que esta tarjeta que te acabo de dar tenía prendido un led en rojo, y pensé que esa era la del problema, así que me fui a almacén por otra igual, y sí la hallé. La cambié, puse en run el selector, y otra vez pasó se puso en rojo el led de la tarjeta y también un led de la CPU, pero no se fue a Stop, sólo que en el panel de operador no tenía lectura de la temperatura. Pero vamos a la máquina para que la veas.

- De acuerdo; está un poco raro lo que pasó; pero pienso que...

- ¿Dónde estás, Leo? No te veo.

- Pues no me ves, Ingeniero, porque se acaba de ir la luz.

- Bueno, al menos sé que aquí sigues. No veo nada. Supongo que entrará en unos momentos la planta de emergencia. ¿O no?

- Fíjate, Franco, que estábamos precisamente dándole mantenimiento a la planta de energía precisamente ante la posibilidad de quedarnos sin el suministro por parte de la compañía asignada por el gobierno. Tuvimos hace algunas semanas una plática precisamente con los encargados de la compañía de luz, porque tuvimos durante dos meses cortes muy frecuentes de energía. Platicamos con ellos, y nos aseguraron que, a partir de este mes, que llevamos, 3 días, ya no nos iba a fallar el suministro, que nos lo garantizaban. Y que los apagones se debían a que estaban interconectando en la frontera unos transformadores de mayor capacidad... Ahora nos enteramos que sí, se conectaron a otros transformadores de una planta de más potencia, pero son del país vecino! Es decir, ahora el gobierno importa la energía eléctrica, y nos la está aumentando de precio gradualmente; ya tenemos un aumento del 35 % de facturación, y mantenemos el mismo consumo. ¿Y qué crees que dicen los funcionarios del gobierno? Pues que revisemos nuestros equipos de medición, porque los suyos muestran un gran incremento en el consumo de nuestra planta. ¿Cómo la ves?

- Ya ni me platiques. ¿Qué le vamos a hacer? ¿A ver, gánale una al gobierno? Bueno, al actual; el gobierno pasado, hasta te recompensaba si reducías tus consumos y tu factor de potencia. Y ahora... Como sabes, se están instalando en el país, y en otros países también, unos generadores de aire limpio, dizque, pues, según dicen, tenemos muy contaminada la atmósfera y hay riesgos ecológicos asociados si no hace algo… Esto es pura payasada, tú y yo lo sabemos, pero ellos quieren instalar estos generadores, en vez de plantar árboles, para así cobrar más impuestos… es una vil patraña… es fin, nadie dice nada… todavía…

- Así es, Franco…

- Bueno, Leo, como veo, más bien no veo, que la luz no llega, que no hay energía en la planta, pues luego regreso, ¿no?

- No, no me hagas eso, Franco, me corren si no le echo a jalar la máquina ahora que se restablezca el suministro de energía eléctrica. Hay que echarla a volar apenar tengamos energía. Háblale a tu amiga y dile que te espere un poquito.

- No, Leo, ya necesito irme; no tengo su número de teléfono porque no lo identificó mi celular, y cuando se lo iba a preguntar, se cortó la llamada. Así, que, mejor en un rato más vengo a ayudarte.

- No, Franco, espérate poquito, no se va a tardar en regresar la...

- ¡Evacúen la planta! ¡Evacúen la planta! -, se escucharon gritos a lo lejos mientras la luz de dos linternas se acercaba a nosotros...

- Franco, necesitamos salir de la planta, pero quédate... ¡Buenas noches!

- ¡Buenas noches!-, contesté al personal que portaba las linternas, y salimos a los pasillos exteriores de la nave, mientras veíamos cómo caía la pertinaz lluvia.

- Sabes qué, Leo, ya me voy.

- No, no te vayas. Nada más unos minutos y te vas. Si esa máquina no jala para cuando regrese la luz, me corren; ya el gerente de planta me trae…


- Sí, pero, ¿qué hay de mí? ¿Voy a dejar plantada a mi amiga? No creo que eso sea lo correcto. Y esto de la luz... veo que va para largo.

- Nombre, cómo crees; los de la dependencia gubernamental no tardan en aplicarse y nos reestablecen la energía.

- Pues yo no estaría tan seguro...

- Vamos, Franco, confía, yo sé lo que te digo, no se tardan; no quieras que me quede sin chamba. Y si me corren, ¿dónde voy a volver a agarrar chamba? Ahora para colocarse en alguna empresa hay que estar bien palanca con los corruptos de los sindicatos.

- OK, ya se me hizo tardísimo. Vamos a hacer una cosa. Vamos a la máquina y la voy revisando para ganar tiempo. ¿Qué te parece, Leo?

- No, Ingeniero; en estos momentos ya nos evacuaron a todos, y va a empezar el recuento de personal; si falta alguien, y se reporta como perdido, y si se entera las autoridades que hizo falta alguien en el recuento, van a empezar a hacer sus conjeturas, y mínimo de una multota no nos salvamos, y en el peor de los casos, pueden argumentar que si faltó una persona es porque se accidentó gravemente o hasta se murió, y nos pueden cerrar la planta. Es mucho riesgo. Mejor, nos esperamos. Además, necesitamos tramitarte un permiso de trabajo, y recolectar firmas de tres gerentes para su autorización, además del permiso de departamento de sanidad, y de mantenimiento, ese soy yo, pero con estas condiciones es imposible.

¡Demonios! ¡No puede ser! ¡Otra vez atrapado en una situación extrema!

- Está bien, Leo. Está bien, me espero. Sólo dame oportunidad de ir al baño.

- Pero si vienen el personal de emergencia, y no te cuenta, me voy a meter en problemas.

- No te preocupes, Leo; no me tardo; además, los vigilantes ni se fijaron que me haya registrado en bitácora; no me registré, ya ves que pasé al estacionamiento directamente, y con el aguacero los vigilantes ni nos dijeron nada.

- No te registraste, pero si te vieron entrar.

- Si, pero, de aquí a que me cuentan, ya voy a estar de regreso. Además, simplemente diles que fui al baño, y que no me tardo.

- OK, pero no te tardes, Franco.

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[Continuará...] 

    

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